El punto cubano, punto guajiro, o simplemente punto, es un género cantable del ámbito campesino de marcada raíz hispánica. Fueron los canarios asentados en Cuba quienes crearon este estilo una vez que asimilaron elementos de la música andaluza. Una pizca de sustancias africanas le dieron su carácter criollo, teniendo vida propia desde el siglo XVII.
El punto es la vida del guateque, fiesta del campo cubano. Guitarra, tres, tiple, laúd, clave, güiro y guayo acompañan al punto, mientras los intérpretes sazonan la fiesta con controversias de improvisación. Están visiblemente divididos: cada uno, y su público, representan un bando, perfectamente distinguible por el color de su emblema que bien puede ser una pañoleta anudada al cuello.
Éste género tiene como reina a Celina González Zamora. Nació en 1926, en el caserío La Luisa, en la provincia de Matanzas, Cuba.
A los cuatro años de edad, su familia se traslada a Santiago de Cuba. La niña se cría en un hogar donde reinaba la música campesina. Sus padres cantaban y sus hermanos tocaban el tres y el laúd.Desde muy joven simpatizó con la religión afrocubana Regla de Osha o Santería. Según ella misma cuenta, en 1948 se le apareció Santa Bárbara, (sincretizada por la deidad africana y gran guerrero Changó), quien le aseguró que tendría éxito si le dedicaba una alabanza. Luego de esto, Celina escribe "Que viva Changó":
Santa Bárbara bendita
para ti surge mi lira
Santa Bárbara bendita
para ti surge mi lira
Y con emoción se inspira
ante tu imagen bonita
Que viva changó Que viva changó
Que viva changó Señores
Con voluntad infinita
arranco del corazón
la melodiosa expresion
pidiendo que desde el cielo
nos envies tu consuelo
y tu santa bendición
Que viva changó Que viva changó
Que viva changó Señores
Virgen venerada y pura
Santa Bárbara bendita
Virgen venerada y pura
Santa Bárbara bendita
Nuestra oración favorita
llevamos hasta tu altura
Que viva changó Que viva changó
Que viva changó Señores
Con alegría y ternura
quiero llevar mi trovada
Allá en tu mansión sagrada
donde lo bueno ilumina
junto a tu copa divina
y tu santisima espada
Que viva changó Que viva changó
Que viva changó Señores
En nombre de mi nación
Santa Bárbara te pido
En nombre de mi nación
Santa Bárbara te pido
Que riegues con tu fluido
tu sagrada bendición
Que viva changó Que viva changó
Que viva changó Señores
Yo tambien de corazón
te dare mi murmurío
Con orgullo y poderío
hare que tu nombre suba
Yen el nombre de mi Cuba
este saludo te envío
Que viva changó Que viva changó
Que viva changó Señores
Hacia 1943 conoce al que va a ser el amor de su vida, Reutilio Domínguez, con quien compone años después "Yo soy el punto cubano", que los haría famosos en Cuba y en el mundo entero. Celina y Reutilio fueron descubiertos en una emisora de radio de Santiago, y llevados a La Habana por Ñico Saquito, de quien recibieron también una gran influencia musical. Reutilio reunía una virtuosa técnica en la guitarra, que le permitía tocar la prima y bordonear al mismo tiempo. En poco tiempo Celina y Reutilio se convirtieron en favoritos. La fórmula de combinar las décimas y cuartetas típicas del cantar guajiro con temas de las deidades de los panteones yorubas y congos del pasado africano tuvo gran respuesta del público, y el dúo comenzó a producir toda una serie de números como "A la reina del mar", "El hijo de Elegua", "A la caridad del Cobre" y otros. Además grabaron una cantidad de música guajira y son montuno de otros autores, como "Lágrimas negras", "Me tenían amarrao con P" –compuesto por Ñico Saquito–, "El cuarto de Tula" y muchos más.
Luego vinieron las giras por diferentes países, y la filmación de películas junto a otras figuras de la época.
Tanto en sus años de dúo junto a su marido, como luego en su carrera solista (que comienza en 1964 siguiendo hasta 1980), Celina fue ovacionada en los mejores teatros y estadios del mundo. Cantó junto a Benny Moré, Barbarito Diez, Nat King Cole, Pedro Vargas entre otros.
En 1980 comienza una nueva etapa en la carrera de Celina. Su hijo Lázaro Reutilio terminaba sus clases formales de música y madre e hijo deciden lanzar una nueva versión de Celina y Reutilio ya no como dúo sino como conjunto moderno de música guajira y son montuno.
Celina ha incursionado en las canciones de la Nueva Trova, particularmente en la obra de Silvio Rodríguez.