martes, 24 de octubre de 2017

Ruta Rutilante.

En Ruta.



Durante esta ruta hubo casos y cosas que no he puesto ni publicado, creo que ahora es el momento adecuado.
Sin duda marcamos los pasos y seguimos la huella, todo para llegar al lugar especial, la marca en el calendario y conmemorar o festejar –según sea el caso- a la persona en cuestión.
Así que como dice la foto:


Subíte, sentáte, agarráte y calláte.

Bueno, primero quiero enseñarles una foto tomada en La Higuera.
Véanla, analícenla.



¿Se dieron cuenta de dónde está la estrella?
Va en detalle:



Desconozco dónde será ese territorio, me dicen las personas a las que consulté que es Guajirolandia…. no sé ¿Hay ruta entre Nícaro y Vallegrande?
Consulté un mapa más preciso y moderno:


1 Lugar desconocido
3 Lugar desconocido
2 Lien

Bueno, esta ruta se desvió de la peor manera ¡Todos los caminos conducen a…



 Lieningrado!

Ni modo, no nos queda otro remedio que...

 ¡Felicitar a Lién por su cumpleaños!



"Nos vamos a repetir este maravilloso encuentro, para celebrar el cumpleaños de la guajira más querida del mundo y sus alrededores"





En ruta con "la mejor conductora" del mundo






Buscando Nícaro (¡está para el otro lado!)






Con mi Chancho nícaro.






¡Bien verde!






¡Chofer chofeeer!








Bori retrato ¡Feliz Cumpleaños Lién!






En la ruta ¡felicidades Lién!





Puente en concierto.








¡Te queremos mucho Guajira!








¡Feliz Cumpleaños Lién!




Ruta s.f. Camino e itinerario de un viaje.
Rutilante adj. Brillante.

Diccionario Larousse MMXI

domingo, 22 de octubre de 2017

Encuentro Lo Cósmico 9 y 10 de octubre

Reloj de sol en la plaza de Samaipata.


   Amanecimos en Samaipata, parece ser que mis compañeros troperos al fin descansaron una noche, pero no estoy seguro.
   Hoy vamos a una zona arqueológica cercana a la población, esta zona se llama “El Fuerte”.
   Un paréntesis, Samaipata fue fundado por un capitán español llamado Pedro Lucio Escalante en 1618, con el bonito nombre de “Ciudad del Valle de la Purificación de la Santísima Virgen”.
   Muy pronto la gente le empezó a llamar “Castilla”, por alguna razón estos nombres dejaron de usarse y el pueblo heredó el nombre de la zona arqueológica, “Samaipata”
   El Fuerte es en sí un petroglifo enorme, incluso es considerado como la mayor obra rupestre del mundo.


Reproducción de "El Fuerte" museo arqueológico de Samaipata.

   Existen evidencias de haber sido construida por la cultura Chané e Inca, ambos asediados por los guaraníes quienes no construyeron, pero sí presionaron.
   También hay restos de construcciones españolas, razón por la cual el lugar se llama ahora “El Fuerte”.
   Se trata de un afloramiento natural de una roca de 250 mts de largo por 60 de ancho, toda ella labrada con motivos zoomorfos, lo que se ha dado por llamar “asientos” y muchas “hornacinas”, huecos rectangulares de regular tamaño.


El Fuerte.

   La roca es de un material llamado Arenisca, no es difícil tallarlo, razón por la cual está prohibido tocarlo.
   Los arqueólogos y conservadores han dispuesto una serie de pasillos y andadores desde donde se puede apreciar y disfrutar del lugar sin tener contacto físico con la roca.
   Para acceder al sitio, hay que caminar cuesta arriba por caminos sinuosos y de cambiante clima.
   Un cóndor, magnífico y gigante, vuela sobre nosotros y nos da la bienvenida.
   El recorrido es conducido por un guía local, que nos muestra los detalles de la zona.


El Fuerte.

   El lugar es increíble y el viento es poderoso.
   Por cierto, “Samaipata” es una voz quechua y significa “descanso en las alturas”


las cinco hornacinas.



Muro inca.

   Ya de regreso al pueblo comimos en un restaurant de la localidad, donde la comida y el ambiente fueron soberbios, además de una esmerada atención por parte de todo el personal.
   Este día fue la “clausura” oficial del encuentro, la emotividad y la camaradería presidieron este acto.


La Tropa Cósmica en Casablanca.

   La tropabol, la tropa boliviana que tantos trabajos se tomó para organizar este encuentro, se llevó todos los aplausos y nuestro reconocimiento entero.


Aplauso y reconocimiento a la Tropabol.

   Ya por la tarde-noche encontramos una pizzería donde nuestro querido amigo, aquel que desayunó con Viglietti, pagó con vino su osadía.
   Satisfechos y contentos nos fuimos a descansar.

11 de octubre.

   Tal como la noche anterior no hubo algo planificado, pero sospecho que más de uno se desveló a golpe de guitarra y canto.
   Los autobuses estaban dispuestos en dos rutas, uno de ellos se iría directo a Santa Cruz, los otros dos irían a un parque llamado “Las Cuevas”
   Nosotros abordamos estos últimos.


Las cuevas.

   Se trata de un parque casi lineal que sigue el contorno de un rio poco caudaloso, y que tras algunas curvas muestra una pequeña cascada de unos pocos metros de altura, al pasar esta caída se encuentra un gran salto de no menos de treinta metros de altura.
   Es espectacular.


Las cuevas.



Troperas internacionales en Las Cuevas.

   Tras un rato muy agradable en el lugar, emprendimos el retorno definitivo a Santa Cruz.
   Cabe mencionar que nuestros jóvenes choferes no cejaron en su intentona de inundarnos con su desapacible música, pero al final cedieron, pero tomaron debida venganza.
   Las distintas tropas centro y sudamericanas venían por supuesto en una fiesta de cantos, porras y alegría que fácilmente se pudiera confundir con frenesí, actitud por demás sospechosa para las fuerzas del orden. Así que los jóvenes choferes entraban a la parte de pasajeros al grito de “¡No hagan bulla, hay policía cerca”
   Si bien en algunas ocasiones era cierto, estoy seguro que lo hacían más para aplacarnos que por una verdadera presencia policíaca.
   Pero la tropa es la tropa, la estrategia les duró poco a los choferes. En cuanto nos advertían de las revisiones, los troperos se hacían los dormidos con estruendosos ronquidos que desataban la risa de algunos amigos, mismas que eran alimentadas con comentarios jocosos y certeros de algún desconocido tropero anónimo.
“No hagan bulla” insistían los choferes.
   La estrategia cambió muy pronto, de hacerse los dormidos a entonar canciones de corte religioso tipo “Alabaré alabaré alabaré alabare, alabaré a mi Señor” cada vez que los choferes nos advertían de la presencia policíaca.
    Y fueron tantas veces que me pareció por demás sospechoso.
   Al final nuestros amigos choferes desistieron de tanta advertencia, pusieron su música nada más para ellos y nos dejaron cantar en paz.
   Llegamos a Santa Cruz, tras un rápido baño y un muy breve descanso salimos a la Jumechi Cultur Bar, ahí donde inició el encuentro.
   No pudimos estar mucho, prácticamente llegamos para despedirnos, nuestro vuelo de regreso saldría en unas pocas horas.
   A toda la Tropa Cósmica un infinito gracias por los buenos ratos, la buena música y la extraordinaria compañía, por cobijarnos y atendernos, por incluirnos en todo momento.
   A la tropabol nuestro reconocimiento absoluto, supieron darnos un encuentro en donde hubo todas las emociones, donde brincamos del asombro a la tristeza y de ahí a la alegría, todo enmarcado por la amistad y el gusto por la música (buena música) y la camaradería.
   Solo resta decir que en Samaipata nos hospedamos en el hotel “Casablanca” de donde no deja de rondarme aquella frase que dice:



“Presiento que este es el comienzo de una gran amistad”



Lucha por la foto.


La Foto.

sábado, 21 de octubre de 2017

Encuentro Lo Cósmico 9 de octubre

Barda en Vallegrande.


Amanecemos en Vallegrande, el Hotel Teresita cumplió con las muy bajas expectativas.
Un muy querido amigo nuestro nos comentó que en su cuarto sí había algo de agua, pero tan poquita que se tuvo que bañar “como lagartija, pegado a la pared para cachar el raquítico hilo de agua que caía”
Después de un desayuno reparador, nos dirigimos a un colectivo de artesanas vallegrandinas.


La Tropa Cósmica con las artesanas.

Nos explicaron que han tenido mucho trabajo pues no se les ha querido reconocer su trabajo.
Nos comentan que en Bolivia es bien conocido el trabajo artesanal de la zona andina, pero que en los valles también hay este tipo de trabajo más no es promovido.
Incluso muchas de las artes, como la textil y la alfarera, han estado a punto de desaparecer.
Además de todo el trabajo físico que implica la elaboración de las artesanías, estas admirables mujeres han tenido que enfrentar le machismo arraigado durante milenios.
Pese a todo, han sabido salir adelante con su arte y forma de ver y vivir, incluso su asociación ha servido de semillero para otras organizaciones de artesanos de la región.


Textil y talla en madera.

Nos han ofrecido un rico licor, algo dulzón pero sabroso que ellas mismas preparan.
Salimos de este encuentro a eso del mediodía, el sol nos aplasta con todo su poder.
Nos dirigimos ahora al hospital.
Llegamos pronto, incluso antes que el grueso de nuestro grupo.
No hay letrero alguno que indique que ahí está la lavandería y la morgue, es por eso que los primeros días pasáramos por ahí sin saber, sin darnos cuenta.
Afuera las autoridades han organizado una feria de la salud, se efectúa cada año como parte de la conmemoración.
Entramos al terreno del hospital.
No hay guardias ni nada que impida el acceso a esta zona. Han construido una barda perimetral para darle un carácter más íntimo al lugar, también han dispuesto mesas y sillas para el descanso del viajero.
Lo primero que observamos son algunas rocas, blancas y grandes que dan la bienvenida a los viajeros, son el recuerdo de los cinco cubanos que estuvieron presos en cárceles de EEUU.


Recuerdo de la visita de los cinco cubanos.

Inmediatamente a la izquierda está la lavandería, abierta en uno de sus lados, como teatro del horror que ahí se escenificó.
Las grandes tarjas donde el cuerpo del Che fue expuesto aún existen, muchas flores, fotos y cartas adornan la triste estructura gris.
La lavandería está pletórica de grafitis, mensajes de visitantes, nombres y sobre todo, frases del guerrillero.




La lavandería.

La lavandería.





La tristeza flota en el aire, la puedes respirar, la puedes palpar.
Saliendo de la lavandería un caminito conduce a la morgue.
No mucha gente va para allá, se nota que no hay tanto grafiti. El silencio es abrumador.


La morgue.



La morgue.

En la lavandería serían expuestos los cuerpos de los guerrilleros, de ahí fueron tomadas las últimas fotos conocidas del Che.
En la morgue sería mutilado su cuerpo, y de ahí desaparecería junto con los restos de sus compañeros hasta que en 1997 fueran localizados y rescatados de sus tumbas anónimas.


Yasser nos guía en la historia.

Salimos de ahí con la lágrima abierta, Yasser nos contó estos últimos acontecimientos en la epopeya del Che.
Nos dirigimos a la zona donde se encontraron los restos de los guerrilleros, Evo Morales cierra la conmemoración con un encuentro multitudinario.
Durante el acto Daniel Viglietti cantó.
Al terminar el acto arrancó un alud de música boliviana de los valles, gigantescos grupos de tarkeros al ritmo de tambores hacían danzar al aire.





Tarkeros bolivianos.

Era tanta la emoción que no me acorde ni del calor.
Al fin nos re encontramos en los buses, Yasser nos informó que muy cerca de ahí estaba la sepultura de Tania.
Nos pusimos en camino.



Ahora es un lugar tranquilo y fresco, grandes árboles enmarcan y delimitan lo que alguna vez fue una fosa clandestina y abandonada.
Yasser nos comenta cómo fueron arrojados los cuerpos de los guerrilleros, que incluso se les negó la sepultura y que fue la gente humilde de Vallegrande, con el cura como interlocutor, los que gestionaron y dispusieron los múltiples entierros incluido el de Tania, pese a la oposición de los mandos castrenses bolivianos.
La Tropa Cósmica presente en el lugar, le rinde un sentido homenaje a todos ellos, sobre todo a Tania.


La sepultura de Tania.

Hay música y poesía, hay historia. Yasser nos cuenta que el cuerpo de Tania fue localizado rio abajo, días después de la emboscada donde caería la columna de la retaguardia.
Al ser localizada los miembros del ejército boliviano mutilaron el cuerpo de Tania, dicen que por que a los soldados les dio vergüenza ver que habían matado a una mujer, yo me inclino a pensar que pretendieron quitarle su femineidad, su carácter de mujer, que pretendieron castigarla por estar en asunto de hombres. El machismo más allá de la muerte.
A Tania, a los guerrilleros caídos la Tropa Cósmica les dedican “la maldición de Malinche” de Gabino Palomares y les cantan “Como la cigarra” de María Elena Walsh, entre otros cantos e historias.



Nos retiramos del lugar, nos dirigimos ahora al Mausoleo del Che, unos cien metros adelante.
Hoy este lugar es una Casa de la Cultura, donde se dan talleres y se ofrecen conferencias.
Cuenta con un pequeño museo que exhibe réplicas de la vestimenta del Che y copias de las fotos de su periplo por Bolivia.
Hay también un teatro al aire libre y el mausoleo.
Este último es el edificio más importante de todo el conjunto, resguarda el lugar donde fueran localizados los restos de los guerrilleros, incluido los del Che.





En las paredes hay una buena cantidad de fotos que ilustran la vida del Che, al fondo una pared de mármol conmemora los nombres y rostros de aquellos combatientes.
Cuatro banderas, cinco contando la del FLN resguardan desde lo alto la fosa.
Se entona una canción en memoria del Che, a Tania le cantan “Fina estampa”, que era su canción favorita.


Mausoleo del Che, la fosa.

Tras la música, justo en el silencio reflexivo, la voz de una muy querida amiga argentina se alza y mueve incluso a las banderas:
“En Argentina se hace el pase de lista por los desaparecidos, se dice el nombre y se contesta tres veces… ¡Ernesto Che Guevara, presente ahora y siempre, Ernesto Che Guevara, presente ahora y siempre, Ernesto Che Guevara, presente ahora y siempre!”



No sé de dónde sacó mi querida amiga Ro la fuerza y la entereza para aguantar de pie la arenga, al final la vi con la lágrima a flor de piel.
Salimos del mausoleo, ya nuestras cosas nuestros recuerdos y nuestras nostalgias están en los camiones, nos dirigimos a Samaipata.

Nuestro viaje inicia su conclusión.



viernes, 20 de octubre de 2017

Encuentro lo cósmico 8 de octubre


   Un par de acotaciones antes de relatar la jornada:
1.- Nos tocó en (mala) suerte estar hospedados en el Hotel Teresita, donde fuimos objeto de malos tratos y peores atenciones, en el baño no había papel ni toallas, ante la pregunta la dueña nos dijo que era una tarifa baja y que no incluía estos artículos.
   Nos vendió caro el papel y de las toallas ni hablar, no había.
   Tampoco había agua para bañarse así que tener o no toallas estaba por demás.
  La lista de prohibiciones raya en lo ridículo y cierran temprano el acceso, así que si te quedabas fuera no había forma de ocupar tu cuarto.
   Tampoco hubo limpieza de habitaciones.
2.- Si por alguna razón van a Vallegrande, lugar muy bonito e interesante, hospédense en el hotel Juanita, es  muy céntrico y el trato es todo lo contrario.
   Bueno, el relato.


La Tropa Cósmica en el Monumento al Che.

   Por supuesto una gran parte del grupo salió a la noche y se apoderaron del bello kiosko del parque, donde cantaron y se la pasaron bien.
   Madrugadas sin ir a dormir.
   Por supuesto a la mañana siguiente salimos algo tarde rumbo a La Higuera.
   Desvelados y sonrientes íbamos subiendo a los camiones. En un momento subió un tropero español, vio el panorama y se bajó al notar la presencia de la tropa chilena, colombiana y guatemalteca.
   Tengo la impresión de que el pobre hombre quería descansar, no creo que lo lograra.
   El camino es absolutamente cuesta arriba, la terracería calcinada por el inclemente sol boliviano es polvo y piedra.
   Grandes desfiladeros se abrían sin solución de final, carretera de no cometer errores.
   Kilómetros de curvas interminables, sinuosos senderos, sol inclemente y gente caminando aquellas polvaredas.
   Llevaban banderas, mantas y la firme mirada puesta en llegar a La Higera.


Pucará.

   Tras una eternidad llegamos a Pucará, poblado último antes de llegar a nuestro destino.
   Es un poblado pequeño de casas frescas y agradables. En este sector hay una franja de zonas arboladas. Grandes pinos y oyameles dan frescura a este lugar.
   El gobierno ha dispuesto puestos de atención médica gratuita para todos aquellos que sientan el mal de montaña.
   También hay servicio de baño y agua potable para todo el que lo requiera.


Pucará.

  Tras el breve descanso salimos de nuevo, el ambiente dentro de los buses era de más calma, sabíamos que ya estábamos cerca de aquel lugar.
   Un rato después pudimos ver el pequeño poblado, muy pequeño, montado entre cañadas secas y multitud de espinos, La Higuera destaca por sus techos rojos y sus paredes limpias.


La Higuera.

   El camino está cerrado, los dos kilómetros que nos separan hay que hacerlos a pie.
   Polvo y piedra.
   Al llegar una profunda tristeza se nota en el aire.
   La nueva escuela está cerrada pues ahí se realiza el acto oficial con Evo Morales, las hijas y el hermano del Che.
   Sale Evo, la gente lo saluda, se entonan cantos y porras.
  En cuanto se retira mucha gente emprende su propio regreso.
   Nosotros nos quedamos.
   Ya más sereno el ambiente, la Tropa Cósmica organiza la entrega de obsequios que hemos llevado para los alumnos de la escuela de La Higuera, son once niños en total.





Los niños de La Higuera.




   Se les cuenta hermosas historias de las montañas cercanas, los niños nos obsequian un poema que recitan para nosotros.
   Con nosotros va un cantautor cubano de nombre Silvio Alejandro, ha compuesto una pieza que quiere compartir ahí en la Higuera.



   Lo llaman para que la interprete, él nos dice que le gustaría mucho, pero que prefiere que cantemos juntos una canción que todos sepamos. Sin más inicia y nosotros lo seguimos:

“Apareciste en la mitología de mi amor
de la mano de mi madre
con un acento raro y una boina tornasol.
Un día me contó que ya no estabas
y se le quebró la voz.

Aprendí tu diario y tus mañas de orador
como la Biblia moderna
y con "Che Comandante" y la "Suite de las Américas"
ya completé el rosario y el Ave María
de mi religión.

Guevara, tú vuelves al camino con la adarga al brazo,
pintado en los pullóveres de los muchachos
o vigilante desde la pared.
Por eso te llevo en mi cartera como un buen resguardo
o como la casera, estampita de un santo,
para que me proteja y me hale las orejas
si algún día malo me olvido del Che.

Tus hijos comieron del mismo pan que comí yo,
fuimos al mismo colegio,
viviste con el pueblo en su misma condición,
por eso estás al lado de Camilo
y a la izquierda de Changó.

Y a los que te utilizan como tema del sermón
y hacen todo lo contrario
no les permitiremos más discursos en tu honor
ni que usen tu retrato si van a predicar
lo que no son.”

   Yo canté hasta donde pude, la emoción era demasiada. No fui el único.


La silla del Che.

   Después fuimos a la escuelita, aquel lugar donde justo cincuenta años atrás gobierno y ejército boliviano hicieron hasta lo imposible por desaparecer física y espiritualmente al Che y lograron todo lo contrario.
   Hay quien pretendió y pretende aun dejar su huella en el polvo, pero el viento pronto borra aquellas improntas superficiales, es la piedra viva, la roca madre la que prevalece.
Polvo y piedra.


Monumento al Che en La Higuera.